Prueba de reserva ovárica y fertilidad
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La reserva ovárica describe la cantidad estimada de ovocitos disponibles en los ovarios. Conocerla permite ajustar el estudio y las decisiones sobre fertilidad femenina —desde buscar embarazo ahora hasta valorar preservación de la fertilidad— con un enfoque realista y personalizado.
Qué es la reserva ovárica y por qué importa en la fertilidad
Cuando hablamos de reserva ovárica nos referimos principalmente a la cantidad potencial de ovocitos que aún podrían madurar. No es un sinónimo de “calidad” del óvulo ni un predictor absoluto de embarazo, pero sí un dato clínico clave para orientar el estudio de fertilidad y planificar los pasos siguientes.
Definición clara y conceptos clave
- Reserva: estimación de la dotación ovárica funcional en un momento dado (en relación con la edad).
- Calidad ovocitaria: probabilidad de que un ovocito sea cromosómicamente competente. Disminuye con la edad y no se mide de forma directa con una sola prueba.
- Edad biológica del ovario: la combinación de factores que hace que dos mujeres de la misma edad cronológica puedan tener escenarios distintos.
| Aspecto | Reserva ovárica | Calidad ovocitaria |
|---|---|---|
| Qué indica | Cantidad estimada de folículos disponibles | Probabilidad de ovocitos sanos a nivel cromosómico |
| Cómo se evalúa | Marcadores como AMH y recuento de folículos antrales | Indirecta: principalmente por edad; no hay un único análisis definitivo |
| Para qué sirve | Ajustar dosis/estrategias de RA y decidir tiempos | Estimar opciones y pronóstico; contextualiza expectativas |
Factores que influyen
La reserva no depende solo del calendario. Hay elementos que pueden preservarla o aceleran su disminución:
- Edad: el descenso es progresivo y se acelera a partir de ciertas décadas.
- Antecedentes ginecológicos: cirugías ováricas, endometriosis o patología ovárica previa.
- Tratamientos oncológicos: quimioterapia y radioterapia pueden afectar al tejido ovárico.
- Historia reproductiva: respuestas bajas en ciclos previos, fallos de estimulación o baja reserva conocida.
- Hábitos y salud general: tabaco, peso extremo, autoinmunidad y exposición a tóxicos.
Idea clave: conocer la reserva ovárica no “diagnostica” por sí solo la fertilidad, pero sí ayuda a elegir el momento y la estrategia adecuados, desde intentar embarazo natural con tiempos razonables hasta valorar preservación o técnicas de reproducción asistida.
Pruebas de reserva ovárica disponibles en CARHA
En CARHA, la evaluación de la reserva ovárica se realiza con métodos contrastados en la práctica clínica internacional. Cada prueba ofrece una visión complementaria y, en conjunto, permite al especialista ajustar el plan de fertilidad de la mujer de manera más precisa.
Hormona antimülleriana (AMH): qué mide y cómo se realiza
La AMH es el marcador de referencia actual para estimar la reserva ovárica. Se determina mediante un sencillo análisis de sangre que no requiere preparación especial ni estar en un día concreto del ciclo. Sus valores correlacionan con la cantidad de folículos en los ovarios y ayudan a anticipar la respuesta a una estimulación ovárica.
Recuento de folículos antrales (RFA) por ecografía transvaginal
Mediante ecografía transvaginal en los primeros días del ciclo se contabilizan los folículos visibles en ambos ovarios. Este recuento ofrece una idea directa del número de ovocitos potencialmente disponibles en ese ciclo y es especialmente útil para complementar la AMH.
- Prueba no invasiva y de corta duración.
- Aporta información visual del estado de los ovarios.
- Puede mostrar signos asociados a patologías ováricas.
FSH y estradiol del día 3: contexto clínico
La FSH (hormona foliculoestimulante) y el estradiol, analizados habitualmente en el día 3 del ciclo menstrual, fueron durante años los principales indicadores de reserva ovárica. Aunque han sido superados en fiabilidad por la AMH y el RFA, siguen siendo útiles en determinados casos como parte de un estudio hormonal completo.
Otros marcadores complementarios
En contextos clínicos específicos, el equipo puede considerar otros parámetros, como la inhibina B o perfiles hormonales más amplios. No son pruebas de primera línea, pero pueden añadir matices importantes en casos complejos.
| Prueba | Procedimiento | Ventaja principal | Limitación |
|---|---|---|---|
| AMH | Análisis de sangre | Fiable, se mide en cualquier día del ciclo | No aporta datos sobre calidad ovocitaria |
| RFA | Ecografía transvaginal | Imagen directa del ovario y recuento folículos | Depende de la pericia del ecografista |
| FSH/E2 | Análisis de sangre (día 3) | Complemento útil en perfiles hormonales | Más variable, menos preciso que AMH/RFA |
Conclusión clínica: la interpretación aislada de una prueba puede resultar insuficiente. El valor está en el conjunto de datos y en la lectura que hace un especialista con experiencia en medicina reproductiva.
¿Cuándo conviene solicitar la prueba?
No todas las mujeres necesitan conocer su reserva ovárica. Sin embargo, hay momentos y situaciones en los que disponer de esta información resulta especialmente útil para tomar decisiones bien fundamentadas sobre fertilidad y planificación familiar.
Planificación reproductiva
La prueba es recomendable para mujeres que desean conocer su fertilidad a medio o largo plazo. Con los resultados, es posible decidir si conviene intentar un embarazo en un plazo cercano o si es mejor valorar la preservación de ovocitos para el futuro.
- Mujeres que aún no buscan embarazo, pero quieren información preventiva.
- Pacientes que desean retrasar la maternidad por motivos personales o profesionales.
- Parejas que planifican su familia a varios años vista.
Historial clínico
Existen condiciones médicas que pueden afectar de forma significativa a la reserva ovárica. En estos casos, el análisis temprano ayuda a anticipar posibles dificultades y a preparar estrategias de preservación.
Situaciones frecuentes:
- Cirugías ováricas, como la extirpación de quistes.
- Endometriosis, especialmente si compromete tejido ovárico.
- Tratamientos oncológicos (quimioterapia o radioterapia pélvica).
- Baja respuesta en ciclos previos de estimulación ovárica.
Dificultad para concebir o estudios de fertilidad de pareja
Cuando una pareja lleva más de un año intentando embarazo sin éxito (o más de seis meses si la mujer tiene más de 35 años), la reserva ovárica se convierte en un punto de partida fundamental dentro del estudio de fertilidad. Ayuda a establecer expectativas realistas y a diseñar protocolos ajustados al caso concreto.
Recordatorio: una prueba de reserva ovárica no determina si una mujer puede o no quedarse embarazada, sino que orienta el pronóstico y ayuda a personalizar el abordaje médico.
¿Cuándo conviene solicitar la prueba?
No todas las mujeres necesitan conocer su reserva ovárica. Sin embargo, hay momentos y situaciones en los que disponer de esta información resulta especialmente útil para tomar decisiones bien fundamentadas sobre fertilidad y planificación familiar.
Planificación reproductiva
La prueba es recomendable para mujeres que desean conocer su fertilidad a medio o largo plazo. Con los resultados, es posible decidir si conviene intentar un embarazo en un plazo cercano o si es mejor valorar la preservación de ovocitos para el futuro.
- Mujeres que aún no buscan embarazo, pero quieren información preventiva.
- Pacientes que desean retrasar la maternidad por motivos personales o profesionales.
- Parejas que planifican su familia a varios años vista.
Historial clínico
Existen condiciones médicas que pueden afectar de forma significativa a la reserva ovárica. En estos casos, el análisis temprano ayuda a anticipar posibles dificultades y a preparar estrategias de preservación.
Situaciones frecuentes:
- Cirugías ováricas, como la extirpación de quistes.
- Endometriosis, especialmente si compromete tejido ovárico.
- Tratamientos oncológicos (quimioterapia o radioterapia pélvica).
- Baja respuesta en ciclos previos de estimulación ovárica.
Dificultad para concebir o estudios de fertilidad de pareja
Cuando una pareja lleva más de un año intentando embarazo sin éxito (o más de seis meses si la mujer tiene más de 35 años), la reserva ovárica se convierte en un punto de partida fundamental dentro del estudio de fertilidad. Ayuda a establecer expectativas realistas y a diseñar protocolos ajustados al caso concreto.
Recordatorio: una prueba de reserva ovárica no determina si una mujer puede o no quedarse embarazada, sino que orienta el pronóstico y ayuda a personalizar el abordaje médico.
El proceso en CARHA: paso a paso
En CARHA, la prueba de reserva ovárica se realiza siguiendo un protocolo riguroso que garantiza fiabilidad, rapidez en los resultados y una interpretación personalizada. El objetivo es ofrecer a cada mujer una valoración clara de su situación y las opciones más adecuadas para su caso.
Primera valoración y anamnesis
El proceso comienza con una consulta inicial, donde el especialista recoge la historia clínica, antecedentes ginecológicos y expectativas reproductivas. Esta entrevista permite identificar factores de riesgo y determinar qué pruebas son más convenientes.
- Antecedentes médicos y quirúrgicos relevantes.
- Historia reproductiva previa.
- Exploración general del estado de salud.
Extracción para AMH y ecografía
Tanto la extracción sanguínea para la determinación de AMH y la ecografía transvaginal para el recuento de folículos son pruebas rápidas y seguras.
Duración orientativa: entre 15 y 30 minutos en total.
Preparación: no se requiere ayuno ni condiciones especiales previas.
Entrega de informe, dudas y plan personalizado
En pocos días se entrega un informe detallado con los resultados. El equipo médico explica su significado, resuelve las dudas y, si procede, plantea recomendaciones sobre preservación de la fertilidad o posibles tratamientos de reproducción asistida.
| Fase | Qué incluye | Tiempo aproximado |
|---|---|---|
| Consulta inicial | Anamnesis, revisión de historial y orientación | 30 min |
| Pruebas | Extracción sanguínea (AMH) + Ecografía (RFA) | 15–30 min |
| Informe médico | Interpretación, entrega de resultados y recomendaciones | En pocos días |
Enfoque CARHA: más allá de la cifra, lo esencial es la interpretación médica y el acompañamiento cercano en la toma de decisiones.
Cómo interpretar los resultados (sin alarmismos)
Los resultados de la prueba de reserva ovárica pueden generar inquietud si se interpretan fuera de contexto. Por ello, en CARHA se analizan siempre con cautela, explicando qué significan, qué limitaciones tienen y cómo encajan en la situación global de la paciente.
Rangos orientativos y límites de interpretación
Existen valores de referencia para marcadores como la AMH o el recuento de folículos antrales. Sin embargo, estos valores son orientativos y varían entre laboratorios, edades y condiciones clínicas.
Ejemplo orientativo:
- AMH más alta de lo esperado: indica buena reserva, aunque no garantiza la calidad de los ovocitos.
- AMH baja: sugiere menor cantidad de ovocitos disponibles, pero no significa imposibilidad de embarazo.
- RFA bajo: puede señalar un pronóstico menos favorable en técnicas de estimulación ovárica.
Nota: las cifras exactas deben ser interpretadas por el especialista según cada caso.
Reserva vs. calidad ovocitaria
Un resultado de baja reserva no significa necesariamente que los ovocitos disponibles sean de mala calidad. La calidad ovocitaria está más vinculada a la edad y a la integridad cromosómica que a la cantidad.
Por eso, mujeres jóvenes con baja reserva aún pueden tener ovocitos de buena calidad y posibilidades razonables de embarazo, mientras que en mujeres de mayor edad la reserva puede ser suficiente, pero la calidad representar el principal desafío.
Implicaciones en reproducción asistida y preservación
La reserva ovárica condiciona la respuesta a una estimulación ovárica. En técnicas como la fecundación in vitro (FIV), puede orientar sobre la cantidad de ovocitos a recuperar y ajustar la medicación. Asimismo, permite valorar con realismo las probabilidades de éxito y decidir si conviene optar por la preservación de ovocitos a una edad temprana.
Clave práctica: un resultado “bajo” no es sinónimo de infertilidad. Significa que es necesario diseñar una estrategia más ajustada y personalizada.
Opciones y siguientes pasos según tu caso
El valor de conocer la reserva ovárica reside en poder definir un plan individualizado. Dependiendo de la edad, los resultados y los objetivos reproductivos, el equipo de CARHA plantea diferentes alternativas, siempre bajo criterios médicos y de forma transparente.
Preservación de la fertilidad (vitrificación ovocitaria)
Para mujeres que desean retrasar la maternidad, la vitrificación de ovocitos ofrece la posibilidad de conservar ovocitos a una edad en la que su calidad es óptima. De este modo, se incrementan las probabilidades de éxito en un futuro tratamiento de reproducción asistida.
- Indicado en mujeres jóvenes con reserva ovárica adecuada.
- Recomendado en casos de tratamientos médicos que puedan afectar al ovario (ej. oncología).
- Permite mantener abierta la opción de ser madre más adelante.
Tratamientos de reproducción asistida
Si ya existe un deseo activo de embarazo y los resultados muestran baja reserva, el especialista puede recomendar iniciar un tratamiento de reproducción asistida sin demora. Entre las opciones más habituales:
- Inseminación artificial (IA): útil en algunos perfiles con buena calidad ovocitaria y trompas permeables.
- Fecundación in vitro (FIV): la estrategia más frecuente, ajustando dosis y protocolos según la respuesta ovárica.
- Ovodonación: opción en casos de reserva extremadamente baja o edad avanzada.
Acompañamiento y revisiones
La atención integral no termina con la entrega de resultados. En CARHA, cada paciente recibe un seguimiento individualizado, con revisiones periódicas y acompañamiento psicológico si es necesario. El objetivo es ofrecer información clara y apoyo en la toma de decisiones.
Mensaje esencial: conocer tu reserva ovárica es solo el primer paso. Lo importante es contar con un plan adaptado a tu situación y objetivos personales.
Solicita tu cita en CARHA para realizar la prueba de reserva ovárica y recibir un plan de fertilidad diseñado a tu medida.
Por qué elegir CARHA
La decisión de realizar una prueba de reserva ovárica y abordar un estudio de fertilidad debe estar acompañada de confianza en el equipo médico. En CARHA, la atención se basa en la excelencia clínica, la innovación tecnológica y el acompañamiento humano.
Equipo y tecnología
Los especialistas de CARHA cuentan con una sólida formación en medicina reproductiva y amplia experiencia en el diagnóstico de fertilidad. La clínica dispone de laboratorios de última generación y equipos de ecografía de alta resolución, lo que asegura precisión en las pruebas y fiabilidad en los resultados.
- Profesionales con trayectoria nacional e internacional.
- Tecnología avanzada para análisis hormonales y ecográficos.
- Protocolos actualizados según guías europeas y españolas.
Protocolos, seguridad y normativa vigente
CARHA trabaja bajo estrictos estándares de calidad, cumpliendo con la normativa española en reproducción asistida y los requisitos de seguridad sanitaria. Cada procedimiento está diseñado para ofrecer máxima fiabilidad y minimizar cualquier riesgo para la paciente.
Garantía: todos los procesos están auditados periódicamente y avalados por organismos competentes en salud reproductiva.
Trato cercano y seguimiento
Más allá de la técnica, el valor diferencial de CARHA es el acompañamiento humano. Cada mujer recibe atención personalizada, con un plan de seguimiento adaptado a sus circunstancias y un espacio de confianza para resolver dudas en cualquier etapa del proceso.
Compromiso CARHA: unir rigor médico y calidez humana para que cada paciente se sienta acompañada en su camino hacia la maternidad.
Preguntas frecuentes sobre la prueba de reserva ovárica y fertilidad
¿Qué es exactamente la reserva ovárica?
La reserva ovárica es un concepto médico que hace referencia a la cantidad de ovocitos que permanecen en los ovarios de una mujer en un momento determinado. Se trata de un dato importante porque permite estimar la capacidad de respuesta del ovario frente a la estimulación y orientar estrategias reproductivas en función del pronóstico. No se trata de un número fijo ni definitivo, ya que la reserva disminuye con la edad y está influida por distintos factores, pero ofrece un punto de partida clínico relevante.
Es importante subrayar que la reserva ovárica no equivale a fertilidad absoluta. Una mujer con reserva reducida todavía puede quedarse embarazada, especialmente si es joven y mantiene buena calidad ovocitaria. Del mismo modo, una mujer con una reserva adecuada no siempre logra embarazo, ya que influyen otros factores como la salud del útero, las trompas de Falopio, la calidad espermática y condiciones médicas generales.
¿Qué diferencia hay entre reserva ovárica y fertilidad?
La reserva ovárica mide principalmente la cantidad estimada de folículos disponibles en los ovarios, mientras que la fertilidad es la capacidad real de concebir y llevar un embarazo a término. Son conceptos relacionados, pero no idénticos: una mujer puede tener baja reserva y aún ser fértil, o tener una reserva normal pero presentar dificultades en otros aspectos que afectan a la concepción.
En la práctica clínica, los resultados de la reserva ovárica ayudan a orientar expectativas y a decidir el momento óptimo para intentar un embarazo o recurrir a técnicas de reproducción asistida. No obstante, siempre deben interpretarse junto con otros estudios, como el análisis de semen, la exploración uterina o las pruebas hormonales adicionales.
¿Cómo se mide la reserva ovárica?
Existen varios métodos para estimar la reserva ovárica. Los principales son la determinación de la hormona antimülleriana (AMH) en sangre y el recuento de folículos antrales (RFA) mediante ecografía transvaginal. Ambos ofrecen información complementaria y son los más utilizados en medicina reproductiva por su fiabilidad y aplicabilidad clínica.
También se pueden considerar otros parámetros como la FSH y el estradiol del día 3 del ciclo, así como pruebas menos frecuentes como la inhibina B. La elección de qué pruebas realizar depende de la situación individual de cada mujer y de la valoración del especialista que supervisa el estudio de fertilidad.
¿A qué edad conviene hacerse esta prueba?
No existe una edad universalmente establecida para realizar un estudio de reserva ovárica. Sin embargo, suele recomendarse a partir de los 30-35 años si la mujer desea retrasar la maternidad, o antes si existen factores de riesgo como antecedentes de cirugías ováricas, endometriosis o tratamientos médicos que puedan comprometer la función ovárica.
En mujeres jóvenes, la prueba puede resultar útil como herramienta preventiva para conocer la situación de partida y valorar la opción de preservación de la fertilidad si el proyecto de maternidad se prevé lejano en el tiempo. En mujeres de mayor edad, permite orientar con realismo las expectativas de embarazo y definir estrategias clínicas más ajustadas.
¿La prueba de reserva ovárica es dolorosa?
Las pruebas utilizadas para medir la reserva ovárica son sencillas y no generan dolor significativo. El análisis de AMH requiere únicamente una extracción sanguínea estándar, mientras que el recuento de folículos antrales se realiza mediante una ecografía transvaginal, procedimiento que puede resultar ligeramente molesto en algunas mujeres, pero que no debería ser doloroso.
En CARHA, ambos procedimientos se llevan a cabo en un entorno seguro y con profesionales especializados, lo que ayuda a reducir cualquier incomodidad. La duración total de las pruebas es breve y no requieren preparación especial más allá de la disposición de la paciente a colaborar durante la ecografía.
¿Se necesita preparación previa para estas pruebas?
No es necesaria una preparación específica para la mayoría de las pruebas de reserva ovárica. La AMH puede realizarse en cualquier momento del ciclo menstrual, sin necesidad de ayuno ni condiciones especiales. El recuento de folículos antrales sí suele programarse en los primeros días del ciclo (habitualmente entre el día 2 y 5) para obtener una imagen más representativa del ovario.
En cualquier caso, el equipo médico proporciona instrucciones claras antes de la cita, de modo que la paciente llegue con la información necesaria y se evite cualquier confusión. El objetivo es garantizar que la prueba se realice en condiciones óptimas y con la máxima tranquilidad para la mujer.
¿Qué significa tener una reserva ovárica baja?
Una reserva ovárica baja indica que el número de ovocitos disponibles en los ovarios es menor al esperado para la edad de la mujer. Esto puede implicar que la respuesta a la estimulación ovárica sea más limitada y que, en caso de tratamientos de reproducción asistida, se recuperen menos ovocitos.
No obstante, tener reserva baja no equivale automáticamente a infertilidad. Muchas mujeres con esta condición logran embarazo de manera natural o con apoyo médico. El aspecto clave está en interpretar los resultados en el contexto individual y, en ocasiones, tomar decisiones más rápidas o considerar opciones como la preservación de ovocitos.
¿Y si los resultados muestran una reserva alta?
Una reserva ovárica alta suele reflejar una buena dotación folicular, lo que en general es favorable para la fertilidad. Sin embargo, también puede estar relacionado con condiciones específicas como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), donde existe abundancia de folículos, pero no siempre de buena calidad y con una dinámica ovárica alterada.
En estos casos, el especialista evalúa los resultados junto con otros parámetros hormonales y clínicos. Una reserva elevada puede ser positiva, pero requiere interpretación adecuada para descartar patologías y ajustar posibles tratamientos de reproducción asistida de forma cuidadosa.
¿Cuánto tiempo tardan en entregarse los resultados?
Los resultados de la AMH suelen estar disponibles en pocos días, ya que se trata de un análisis de sangre rutinario. El recuento de folículos antrales se interpreta en el mismo momento de la ecografía, lo que permite tener una idea inmediata del estado ovárico.
En CARHA, el informe final se entrega de forma ágil, acompañado de una explicación detallada por parte del especialista. Este enfoque permite que la paciente no solo reciba datos numéricos, sino que entienda qué implican y cómo influyen en su plan reproductivo.
¿La reserva ovárica influye en los tratamientos de fecundación in vitro (FIV)?
Sí, la reserva ovárica es un factor clave en la planificación de un ciclo de FIV. Determina en gran medida la dosis de medicación necesaria para la estimulación y la expectativa de número de ovocitos que se podrán recuperar en la punción ovárica. Una reserva adecuada facilita la obtención de un mayor número de ovocitos, mientras que una baja reserva requiere estrategias más personalizadas.
La reserva ovárica, sin embargo, no garantiza el éxito de una FIV por sí sola. La calidad de los ovocitos, la edad de la paciente y el estado general de salud reproductiva son igualmente determinantes en las probabilidades de embarazo y nacimiento.
¿Puede una mujer con baja reserva lograr embarazo natural?
En muchos casos, sí. Aunque la probabilidad puede verse reducida en comparación con mujeres de la misma edad con reserva normal, todavía es posible lograr embarazo natural cuando existe ovulación regular y buena calidad de ovocitos. La edad de la paciente es un factor determinante en este sentido.
Un diagnóstico de baja reserva no debe interpretarse como una sentencia de infertilidad. Cada situación es única y, en ocasiones, el seguimiento médico permite aprovechar oportunidades de concepción natural antes de recurrir a técnicas de reproducción asistida.
¿Cómo afecta la edad a la reserva ovárica?
La edad es el factor más influyente en la reserva ovárica. Desde el nacimiento, el número de ovocitos en los ovarios es finito y va disminuyendo progresivamente con el tiempo. A partir de los 35 años, la velocidad de descenso se acelera y tanto la cantidad como la calidad ovocitaria se ven comprometidas.
Este fenómeno biológico explica por qué la edad es tan relevante en los estudios de fertilidad. Una mujer de 30 años con reserva baja puede tener mejores perspectivas de embarazo que una mujer de 40 con reserva aparentemente normal, debido a la calidad cromosómica de los ovocitos.
¿La reserva ovárica se puede mejorar?
No existen tratamientos que aumenten de manera directa la reserva ovárica. La cantidad de ovocitos está determinada al nacer y disminuye de forma natural con el tiempo. Sin embargo, algunos hábitos saludables pueden favorecer la función ovárica y mantener una buena respuesta durante más tiempo.
Dejar el tabaco, mantener un peso equilibrado, reducir el estrés y evitar la exposición a tóxicos son medidas que pueden tener impacto positivo en la salud reproductiva. Además, un diagnóstico temprano de patologías ginecológicas como la endometriosis ayuda a preservar mejor el tejido ovárico.
¿El estrés influye en la reserva ovárica?
El estrés no reduce directamente la reserva ovárica en términos de cantidad, pero sí puede afectar al ciclo menstrual, a la ovulación y a la respuesta del organismo en general. Además, la percepción de ansiedad ante un resultado de baja reserva puede aumentar el impacto emocional del diagnóstico.
Por eso, en CARHA se considera importante acompañar a la paciente no solo en el aspecto médico, sino también en el emocional. Contar con un equipo cercano y apoyo psicológico puede marcar una diferencia en la manera de afrontar este tipo de pruebas y decisiones.
¿Es posible quedarse sin óvulos antes de la menopausia?
Algunas mujeres pueden experimentar un agotamiento prematuro de su reserva ovárica, lo que se conoce como insuficiencia ovárica prematura. Se trata de una condición en la que la función ovárica cesa antes de los 40 años, provocando ausencia de menstruación y dificultades de fertilidad.
Este fenómeno no es frecuente, pero puede aparecer en mujeres con antecedentes familiares, determinadas condiciones genéticas o tras tratamientos médicos agresivos. Identificarlo de forma temprana permite valorar opciones como la preservación de ovocitos en casos de riesgo o el uso de ovodonación en el marco de la reproducción asistida.
¿Qué pasa si tengo reserva ovárica baja y quiero ser madre más adelante?
Cuando una mujer con baja reserva desea posponer la maternidad, la recomendación más habitual es considerar la preservación de la fertilidad mediante vitrificación de ovocitos. Esta opción permite conservar ovocitos en un momento de mayor calidad, reduciendo el impacto de la edad en el futuro.
El momento idóneo para plantear esta decisión debe ser evaluado por un especialista en reproducción asistida, que analizará la situación personal, los resultados de las pruebas y los objetivos reproductivos a largo plazo.
¿Las pruebas de reserva ovárica se recomiendan en todas las mujeres?
No es necesario que todas las mujeres se sometan a estas pruebas de forma rutinaria. Su utilidad es mayor en aquellas que desean conocer sus posibilidades reproductivas a medio plazo, en quienes ya presentan dificultades para concebir o en quienes tienen factores de riesgo que puedan comprometer la reserva ovárica.
El enfoque de CARHA es individualizado: se recomienda la prueba a quienes realmente pueden beneficiarse de la información obtenida y evitar así realizar análisis innecesarios en casos donde no aportan valor.
¿Puedo realizarme esta prueba si estoy tomando anticonceptivos?
Los anticonceptivos hormonales pueden modificar ciertos parámetros en las pruebas de fertilidad, especialmente en el recuento de folículos antrales, ya que suprimen la actividad ovárica durante el tiempo que se usan. Sin embargo, la AMH no se ve significativamente afectada por la anticoncepción y sigue siendo fiable.
En cualquier caso, es recomendable informar al especialista sobre el uso de anticonceptivos para que valore si conviene realizar la prueba en ese momento o esperar un tiempo tras suspender la medicación.
¿Qué papel juega el recuento de folículos antrales?
El recuento de folículos antrales mediante ecografía transvaginal es una herramienta fundamental porque ofrece una visión directa de la reserva ovárica. Permite al especialista estimar cuántos folículos podrían responder a la estimulación y, por tanto, cuántos ovocitos podrían recuperarse en un ciclo de FIV.
Aunque depende de la pericia del ecografista y puede tener cierta variabilidad, sigue siendo una de las pruebas más valiosas para contextualizar los resultados de la AMH y construir un panorama más completo de la fertilidad de la paciente.
¿Por qué elegir CARHA para esta prueba?
En CARHA, la prueba de reserva ovárica se realiza en un entorno clínico especializado, con protocolos seguros y tecnología avanzada. El equipo médico combina experiencia en medicina reproductiva con una atención personalizada, lo que garantiza que la paciente reciba no solo resultados fiables, sino también una explicación clara y un plan de actuación adaptado a su caso.
Además, la clínica ofrece acompañamiento cercano en todas las etapas, desde la valoración inicial hasta el diseño del tratamiento más adecuado, reforzando la confianza de cada mujer en un momento clave de su vida reproductiva.
¿Necesitas información y asesoramiento?
- info@carha.es
- 607 22 68 52
- De 17:00h – 20:00h (de Lunes a Viernes)